02 de diciembre de 2022
Si se realiza de forma adecuada, la fritura no tiene por qué ser una mala opción nutricional. Lo importante, como siempre, son los hábitos alimentarios y de vida.

 

Cada 2 de diciembre se celebra el Día Mundial de las Frituras, una efeméride poco o nada saludable para algunos y apetitosa para otros. Se cree que el origen de este día surgió del "Fritters Day", un día nacional no oficial de Estados Unidos, dedicado a la fritura de verduras, frutas y carne rebozadas. Este país es conocido por su adicción a la comida frita y la comida "basura".

 

Las frituras: ¿buenas o malas para la salud?

Las frituras son una técnica culinaria mediante la cual se cocinan alimentos inmersos en grasa, manteca o aceite. Existen infinidad de opciones de alimentos fritos: boquerones, calamares, croquetas, porciones de merluza, nuggets, filetes de carne, patatas fritas, tortillas y muchos platos más.

En realidad, lo que son perjudiciales o favorecedores para la salud son los hábitos de vida y no tanto el consumo aislado de un determinado producto o alimento.

Por ello, el problema con las frituras puede venir por tres lados:

  1. El consumo excesivo de productos fritos.
  2. Las materias primas empleadas para el proceso de fritura.
  3. El propio proceso de fritura.

 

El consumo excesivo

El consumo habitual de frituras puede ocasionar complicaciones a la salud, tales como:

  • Aumento de la grasa corporal, generando sobrepeso y obesidad.
  • Contribución a la generación de patologías cardiovasculares.
  • Favorecimiento del aumento del colesterol y triglicéridos.
  • Elevación del riesgo de algunos tipos de cánceres, (colon, mama y próstata).

 

Las materias primas

  • La mejor opción para freir es el aceite de oliva ya que, además de ser el más saludable en crudo, es el más estable: se descompone más lentamente e impregna menos al alimento. 
  • No es recomendable mezclar aceites de distintas variedades, ni tampoco aceites nuevos y viejos ya que tienen distintos puntos de quemado.
  • Respecto al "relleno", las patatas fritas, las croquetas o los sanjacobos, por poner sólo unos ejemplos, son alimentos muy calóricos, máxime si, además, no son caseros. Si nos gustan los fritos, podemos apostar por otras opciones más ligeras, como por ejemplo, las verduras o el pescado.

 


 

El proceso de fritura

  • La clave para lograr una buena fritura es que el aceite esté lo suficientemente caliente como para hacer el alimento por dentro, dorarlo por fuera y no impregnarlo de aceite.
  • La temperatura perfecta que debe alcanzar el aceite para freír debe ser entre 180 y 190 grados, y bajarlo en torno a los 160-170 cuando echemos los alimentos.
  • Debemos evitar que el aceite se queme, pues si la temperatura es demasiado elevada se generan sustancias potencialmente tóxicas . El aceite nunca debe humear. Los puntos de humo de algunos aceites son:
Aceite de coco     232ºC
Aceite de girasol  232ºC
Aceite de canola  204ºC
Aceite de cacahuete  232ºC
Aceite de Oliva Virgen Extra  160ºC
Aceite de Oliva Virgen     215ºC
Aceite de Oliva Refinado  240ºC

 

  • Cuando freímos es habitual que los alimentos tengan demasiada agua o no se hayan rebozado bien. El agua favorece la descomposición del aceite, así que es mejor secar bien los alimentos antes de freírlos.
  • Colocar la fritura sobre papel de cocina cuando la extraemos de la freidora o sartén es imprescindible para eliminar el exceso sobrante de aceite