12 de septiembre de 2023
El chocolate, esa tentación irresistible, ya era muy buscado y alabado hace más de 3000 años atrás.

 

 

 


El chocolate procede del árbol del cacao, en concreto de su semilla. Este árbol era bastante común en los países tropicales de América. Durante la época precolombina, cuando existían civilizaciones como los Mayas, Incas y Aztecas, la semilla de cacao era considerada moneda de cambio; su sabor y versatilidad eran tan codiciadas, que muchos artesanos, cazadores y poblados agrícolas, vendían sus productos a cambio de ella.

Más tarde, cuando los colonizadores españoles llegaron al nuevo mundo, uno de los sabores que más llamó su atención y gustó fue el de la semilla de cacao. Sin embargo, faltaría todavía algún tiempo para descubrir el chocolate que hoy en día conocemos.

En países como Venezuela, la bebida de cacao era el alimento común de los esclavos indígenas y negros, durante el periodo de la colonia. No obstante, la forma en la que se tomaba se parecía mucho al proceso de preparar café, ya que se tomaba el polvo de la semilla de cacao seca y molida, se dejaba diluir en agua y reposar, para luego ser ingerida a lo largo del día.

Se dice que unos monjes de Zaragoza le añadieron azúcar, miel y harina para adaptarse a los gustos de los consumidores de la época en España. Esta introducción dulce fue lo que desató la fiebre del consumo de la bebida entre todos, fueran nobles o plebeyos. Poco a poco se fue globalizando su consumo por todo Europa, aunque no fue hasta el siglo XIX que se empezó a comercializar de forma sólida.

El cacao, un alimento saludable

Es imprescindible destacar que todos los beneficios que se le atribuyen a este producto, son posibles dejando de lado laS versiones refinadas del mismo. Lo más saludable es que olvidemos el chocolate con leche y el chocolate blanco (que ni siquiera es chocolate) para beneficiarnos de los nutrientes esenciales que ofrece el cacao. En estos casos, hay tanta cantidad de grasas y azucares añadidos que la cantidad de cacao se vuelve tan baja que pierde todas sus propiedades nutritivas. mejor optar por chocolates con un mínimo de 70% de cacao.

Si somos amantes de este alimento, lo ideal sría reducir el consumo de chocolate refinado para paulatinamente ir acostumbrándonos a consumir chocolate negro con alto contenido en cacao y bajo en azúcares. Al principio, el cuerpo notará el cambio y tendrá la necesidad de incluir más azúcar, puesto que el azúcar está demostrado que posee importantes propiedades adictivas que la propia cocaína. 

Algunas de las propiedades que se vienen atribuyendo al consumo del cacao son las siguientes:

  • Disminuir los niveles de colesterol. El consumo de chocolate podría ayudar a reducir los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), también conocido como “colesterol malo”.
  • Prevenir el deterioro cognitivo. Varios estudios científicos han sugerido que beber dos tazas de chocolate caliente al día podría ayudar a mantener el cerebro sano y reducir el deterioro de la memoria en las personas mayores.
  • Reducir el riesgo de problemas cardiovasculares. Muchas investigaciones sugieren que consumir chocolate podría ayudar a reducir en un tercio el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Los autores concluyeron que los niveles más altos de consumo de chocolate podrían estar relacionados con un menor riesgo de trastornos cardiometabólicos.
  • Reducir el estrés. Tomar chocolate también ayuda a reducir el nivel de estrés ya que su consumo reduce el nivel de cortisol, una hormona que se libera como respuesta al estrés. Por lo tanto, al tomar este ingrediente, nos sentiremos más relajados.
  • Mejorar el estado anímico. Comer chocolate ayuda a combatir síntomas de la depresión. Esto se produce gracias a la teobromina y fenilanina, sustancias antidepresivas que ayudan a la motivación y al aprendizaje.
  • Protejer la piel. Los mismos flavonoides que ayudan a reducir la presión arterial, también hidratan y mejoran la piel. Esto produce una mayor resistencia de la piel ante los dañinos rayos ultravioleta y debilita las posibilidades de enrojecimiento cutáneo.
  • Un aliado de los deportistas. La cantidad de magnesio que tiene el chocolate ayuda a los deportistas a nivelar los niveles de este componente que requieren para su actividad física. El resultado se refleja en un fortalecimiento muscular y un aporte energético que permite la actividad más continuada y constante, reduciendo así la fatiga.