30 de marzo de 2023
La concienciación ambiental de los consumidores ha aumentado considerablemente y se ha advertido su deseo de participar en la protección del medio ambiente, eligiendo los productos más respetuosos con el mismo.

 

Como personas consumidoras, es importante saber que existen alternativas ecológicas y sostenibles para las empresas y, en este sentido, contar con la Etiqueta Ecológica Europea (Ecolabel) es un plus en el catálogo de productos y servicios de cualquier compañía ecointeligente.

El objetivo de esta etiqueta es promover los productos o servicios con menor impacto ambiental durante todo su ciclo de vida, en comparación con otros de su misma categoría.

La normativa EU Ecolabel analiza el impacto del producto sobre el medio ambiente en todas las fases de su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas, pasando por la producción, el envasado, la distribución, el uso y la eliminación de sus residuos. Establece criterios especialmente exhaustivos que garantizan la máxima calidad y sostenibilidad de los productos certificados. Es decir, proporciona información exacta, no engañosa y con base científica sobre su impacto ambiental, aportando transparencia, sensibilidad y valor al producto, junto con la máxima garantía de eficacia.

Aquellos servicios o productos con etiqueta Ecolabel garantizan la reducción de la contaminación mediambiental y el consumo de energía, generando menos residuos y emisiones de CO2, y, por lo tanto, contribuyendo a una mejora de la economía circular.

Los criterios EU Ecolabel garantizan además la máxima eficacia en aplicación, asegurando que los productos con etiqueta Ecolabel puedan competir en términos de eficacia al mismo nivel que los productos no ecológicos, desmitificando el concepto que si un producto es ecológico es de menor eficacia.