04 de abril de 2023
La principal causa de hipertensión arterial es el consumo excesivo de sal. 

La sal o cloruro sódico (ClNa) está compuesta aproximadamente de un 40% de sodio y un 60% de cloro. La sal, es la mayor fuente de sodio de nuestra dieta (> 90%). 
La percepción y aprendizaje de lo salado se va formando con el tiempo en función de la intensidad, naturaleza, concentración de la sal y hábitos, que estimulan los receptores y esta percepción es variable y puede modificarse.

Requerimientos y peligros de la sal

La sal (sodio) es indispensable para la vida, pero también puede ser nefasta para la salud si se consume en exceso.

Nuestro cuerpo sólo necesita pequeñas cantidades de sal (sodio) para que funcione adecuadamente. El sodio es vital para:

  • Controlar la cantidad de agua del cuerpo humano, manteniendo el PH de la sangre.
  • Regular los fluidos del cuerpo.
  • Ayudar a que el cuerpo esté hidratado, introduciendo agua en el interior de las células
  • Ayudar a transmitir impulsos nerviosos y a la relajación muscular.

Sin embargo mucha gente consume mucha más sal (sodio) de la que se necesita para tener buena salud. Esto afecta a los riñones, que son los mayores reguladores del sodio en la sangre, manteniendo el equilibrio del sodio almacenado en nuestro cuerpo para su aprovechamiento óptimo.

Un exceso de sal no se puede eliminar por los riñones, se acumula en nuestra sangre atrayendo el agua e incrementa el volumen de sangre circulante. Esto provoca que el corazón necesite trabajar más fuerte para mover la sangre y se eleve la presión produciendo hipertensión arterial, entre otros problemas serios.


El problema, en cifras

  • En España mueren más de 65.000 personas al año por enfermedad coronaria y por ictus cerebrales. Otras muchas no mueren, pero sufren secuelas gravísimas de por vida.
  • El 45 % de los infartos de miocardio y el 50 % de los ictus cerebrales se deben a la hipertensión arterial.

La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta máxima diaria de 5 g. de sal. España es, después de Portugal, el país de la Unión Europea que consume más sal por habitante, con 10,7 gramos diarios, es decir, más del doble del máximo recomendado. Esta cantidad que se podría reducir a la mitad con una alimentación adecuada para acercarse a los cinco gramos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Finalmente, recordar que el 70 % de la sal que tomamos se encuentra en los alimentos preparados, de manera "invisible". El control del consumo de sal forma parte de una alimentación saludable, basado en alimentos denaturales o mínimamente procesados.

Evolución del consumo de sal en España 2011 a 2021