04 de October de 2023
El consumo de las llamadas “leches vegetales” aumenta considerablemente en España.

 

 

 


Si hablamos con propiedad y según contempla el Codex Alimentarius, solo podemos llamar leche al producto que se obtiene tras el ordeño de un mamífero, por lo tanto “leche” de arroz, avena, soja, guisante, avellana, espelta, lino, pistacho, alpiste, nuez, mijo, quinoa, teff..., no existen. Son bebidas vegetales que se obtienen al batir cereales, frutos secos o legumbres con agua, a continuación se filtran para conseguir ese aspecto acuoso.

Además está prohibido, por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que las bebidas vegetales empleen el término "leche" en su etiquetado, a excepción de las bebidas de almendras que sí está permitido seguir llamándolas leche, por tema de la tradición.

Dichas bebidas son una opción más, que podemos incluir en nuestros carros de la compra, pero ¡ojo! que las encontramos en las góndolas de los supermercados junto a los lácteos no nos debe confundir, porque como ya sabemos no son leches y es más, desde el punto de vista nutricional no existe comparación posible, pues la leche de vaca, contiene alrededor de 55 nutrientes esenciales (lípidos, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales como el calcio, el potasio, el magnesio, el zinc y el fósforo) y, por ello no pueden sustituir la ingesta de ésta o de otros productos lácteos.

Un mercado en auge

Es un hecho que el consumo, en estos últimos años, de bebidas vegetales se ha incrementado considerablemente, siendo la más demandada la de avena, seguida por la de soja y la de almendra. Mientras que el de la leche de vaca y del tipo que sea (entera, desnatada, semidesnatada y enriquecida) se ha reducido.

Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el consumo anual de leche de vaca por persona durante el 2022 fue de 70,43 litros, lo que supone un descenso global del 4,2%, pero aun así el mercado de la leche tradicional sigue siendo mucho mayor que el de las bebidas vegetales. 

¿Y por qué muchas personas se decantan por estos caldos? os exponemos algunas de los argumentos con más peso. 

  • Son más ligeras, fáciles de digerir, sin lactosa por lo que son ideales para las personas intolerantes y también son aptas para los alérgicos a la leche. Según la Sociedad Española de Patología Digestiva “… entre un 30 y un 50 % de las personas en España padece intolerancia a la lactosa.” y ”… entre el 1 y el 3 % alergia a la leche”.
  • Y por su menor impacto medioambiental en su producción, así como su menor huella de carbono (entre un 63% y un 78% menor que la leche de origen animal).

Para finalizar, comentaros la conclusión de un reciente estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), han analizado y comparado 181 bebidas vegetales del mercado en cuanto a su composición y valor nutricional. “En resumen, por sus características y propiedades, estas bebidas no sustituyen a la leche. No obstante, las bebidas de soja son las que más se aproximan, por la calidad y cantidad de sus proteínas. La similitud es mayor si, además, tienen un alto contenido en calcio (120 mg/100 ml), aunque este se asimila peor que el de la leche”.

Buscador