El auge de los productos ecológicos
Cada vez más, la población está más concienciada sobre el uso y consumo de productos ecológicos donde la sostenibilidad juega un papel primordial. No sólo nos preocupamos por cómo viene envasado el producto, dónde los adquirimos o cómo ha sido transportado hasta el establecimiento o punto de venta, sino que también conocer cómo ha sido todo el proceso productivo y si es o no ecológico nos empieza a preocupar significativamente.
Cuando se habla de productos eco, se pueden definir teniendo en cuenta los siguientes aspectos: “que es proveniente de la agricultura o ganadería ecológica; Producido sin el uso de sustancias químicas de síntesis: pesticidas, fertilizantes, medicamentos; Obtenido respetando el ritmo de crecimiento de plantas y animales; Elaborado sin adición de sustancias artificiales: aditivos, colorantes, saborizantes, aromas; Respetuoso con el medio ambiente; Respetuoso con el bienestar animal; Método racional y sostenible de cultivo y crianza; Calidad gustativa; Sabor, aroma y textura; Basado en métodos de elaboración tradicionales.” (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino)
Hemos de hacer hincapié en que no sólo los alimentos pueden ser eco, también productos de higiene como el jabón, productos de limpieza, o incluso prendas textiles entre otros, que se adaptan al criterio de sostenibilidad, buscando opciones mucho más respetuosas tanto con el medio ambiente como con nuestra propia salud. El mejor método para poder identificar si estamos ante un producto de estas características es leyendo su etiquetado. Se trata de uno de los hábitos más responsable que una persona consumidora puede promover en la actualidad.
En dicha etiqueta debemos de fijarnos no sólo en el texto escrito, sino también en la presencia de algunos distintivos que expresan el seguimiento y cumplimiento de ciertos criterios de seguridad. En este caso, la Unión Europea ha establecido normas específicas a la hora de producir y etiquetar productos ecológicos, que garanticen al máximo la autenticidad de dichos productos y alimentos. Para ello se cuenta con un distintivo obligatorio “la eurohoja”. Dicho distintivo irá acompañado de un “código numérico de la entidad de control de quien depende el operador responsable del producto ecológico además de su propia marca y los términos específicos de la producción ecológica.” (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación)
En los Centros de Formación para el Consumo trabajamos no sólo en la difusión y descubrimiento de este distintivo, sino de muchos otros que forman parte del etiquetado y que nos ayudarán a comprender mejor el producto que vayamos a consumir.