17 de July de 2023
Se estima que en cada hogar se genera aproximadamente 1 litro de aceite doméstico usado al mes.

 

Nunca por el fregadero

Lo primero que hay que tener en cuenta que el aceite doméstico usado no es biodegradable y que con una pequeña cantidad de este residuo se pueden contaminar muchos litros de agua. El gran problema es que la mayoría de población no sabe desecharlo de la forma adecuada.

Verter el aceite usado por el fregadero provoca un gran impacto medioambiental ya que, lo más probable es que acabe en las alcantarillas provocando entre otras cosas atascos, aumento de las plagas, contaminación…

Opciones ecológicas

Una vez utilizado el aceite de oliva para freír, un gesto tan simple como disponer de un recipiente de plástico con cierre para ir vertiendo en él el aceite que vayamos usando es el primer paso para reciclar. Una vez que esté lleno, solo tendremos que acercarlo a uno de los puntos limpios, ya sean fijos o móviles, que los sistemas de recogida municipal tienen dispuestos en diferentes zonas.

Sin duda, otra excelente opción para evitar este desastre en el medio es reciclarlo nosotros mismos en casa, elaborando por ejemplo el conocido jabón de la abuela. Un producto que se puede realizar de forma casera y que constituye una alternativa ecológica.

Originalmente el jabón de la abuela se hacía con ceniza y aceite o grasa, si nos informamos es probable que nos demos cuenta de que en nuestros propios hogares nuestros antepasados lo preparaban. ¿Pero cómo podemos hacerlo?

Los jabones se preparan por medio de la saponificación, los aceites cuentan con ácidos grasos que cuando se tratan con una solución acuosa de sosa cáustica se saponifican produciendo jabón.
Tan solo necesitamos:

  • 1 litro de aceite usado.
  •  400 mililitros de agua caliente 
  • 140 gramos de sosa cáustica.
  •  Esencias aromáticas.

Debemos seguir los siguientes pasos:

  1. Colamos el aceite para eliminar impurezas y lo reservamos en un barreño o similar.
  2. En un recipiente resistente mezclamos el agua y la sosa. Siempre se debe de añadir la sosa al agua, nunca al revés. Removemos bien hasta que esté bien diluida.
  3. Vertemos poco a poco el agua y la sosa en el aceite. Revolvemos bien durante unos 15 minutos.
  4. En este momento podemos añadir el aroma de preferencia.
  5. El aceite cambiará de color y textura haciéndose cada vez más blancuzco y espeso. Es el momento de verterlo en moldes o en una cubeta plana.
  6. En un par de días ya podremos cortarlo si no hemos utilizado moldes. 
  7. En 15 días más o menos el jabón estará preparado, sin embargo habrá que esperar otros 15 días más hasta que la sosa deje de estar activa para poder utilizarlo.

Es muy importante tomar ciertas precauciones ya que, la sosa es un elemento químico que debe de ser manipulado con precaución puesto que daña nuestra piel si se pone en contacto directo con ella. Además, al mezclarse con el agua su temperatura asciende de forma casi inmediata y despide vapores nocivos, por tanto esta práctica ha de ponerse en marcha haciendo uso de mascarillas, guantes y siempre con las puertas abiertas.

 

                                                   



 

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