Ahorro de energía en invierno, sí es posible

Llega el frio y son múltiples los consejos que se nos plantean para hacer un uso eficiente de la calefacción en los hogares (y extensible a cualquier otro espacio). Ahorrar en la factura y garantizar una utilización responsable de los recursos es el objetivo final. Por ello a continuación hacemos un recordatorio de aquellas recomendaciones más habituales y que pueden ser de gran ayuda.

•  Extraer el aire de los radiadores, para evitar que se queden en el interior pequeños cúmulos de aire que dificulten la circulación del calor. Si esto ocurre, el radiador tardará más tiempo en tener la temperatura deseada, y en consecuencia tendremos que utilizar la calefacción durante más tiempo, de manera ineficiente al final. Dicho control de los radiadores se puede hacer una vez al año.
• Es muy común poner ropa encima de los radiadores para que seque. Pues bien, esto lo que provoca es que el radiador y la calefacción tenga que trabajar más tiempo para que el aire caliente llegue a la habitación o espacio en el que nos encontremos. Esto ocurre porque se encuentra con una barrera húmeda de ropa, que impide que salga el calor directamente. Lo ideal es que no haya ningún obstáculo delante del radiador: mueble, ropa, decoración…
• Hacer una revisión de la caldera es importante. Garantizar que esté limpia y en pleno funcionamiento nos dará tranquilidad. Dicha revisión se recomienda hacerla antes de que llegue el frio, para así no llevarnos ningún susto.
•  Si se ha puesto la calefacción (lo ideal es que se utilice un temporizador que regule y controle las horas de encendido y apagado según nuestras rutinas) es importante cerrar las puertas de aquellas estancias donde no nos encontremos, para retener el calor en dicho lugar. Así mismo, asegurarnos de que las ventanas y persianas cierran correctamente garantizará que no se escape el calor hacia el exterior. Por ello es importante ventilar la zona a primera hora de la mañana, pero no más de unos minutos.
•  Otro consejo que se da, es mantener una temperatura confortable en el hogar, y vestirnos acorde a la época del año en la que nos encontramos. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, nos dan algunas pautas sobre la temperatura más confortable dependiendo de cada estancia. A continuación hacemos referencia a ellas:

1. Estancias frescas, que se deben mantener habitualmente entre los 15 y 17°C, como los dormitorios o los pasillos.”
2.  “Estancias con un nivel intermedio de calor, como la cocina, donde se desarrolla un cierto nivel de actividad física que hace que las necesidades de climatización sean moderadas. El nivel de confort invernal está en torno a 18 °C.”
3. “Estancias más calientes, que son aquellas en las que se permanece habitualmente sentados, sin realizar ejercicio, como el salón-comedor. Estas se mantendrán entre 19 y 20°C.”

Toda esta información puede ayudarnos a tener un hogar más confortable durante los meses
más fríos del año, así como garantizar un uso eficiente de la calefacción, sin olvidarnos que durante todo el año es importante que nuestro hogar cuente con temperaturas medias, ni excesivamente altas durante el invierno ni muy bajas durante los meses de calor. Sólo así se logrará una real eficiencia energética.