08 de abril de 2024
Un objetivo realmente ambicioso y que requiere de la implicación de toda la sociedad.

Dada la importancia que tiene este tema, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 30 de marzo como Día Internacional de Cero Desechos con la urgencia de tomar medidas que ayuden a contribuir a una mejora de la salud del planeta.

Pero esta filosofía de cero residuos o desechos ya viene sonando desde finales de los años 80, cuando en Australia se promulgó una ley con el lema ningún desecho en el 2010” (Camberra). Desde ese momento han sido diversos los movimientos e iniciativas que han surgido en este sentido, aunque podemos observar cómo es imprescindible seguir trabajando en ello. Y todo para poder abordar las altas cantidades de residuos producidos en el mundo, fundamentalmente plásticos, “la humanidad genera anualmente más de 2.000 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos”.

Propuestas.

Algunas de las propuestas, entre muchas otras,  que se hacen para potenciar los cero desechos son las que a continuación se exponen:

  1. Productos más duraderos. Dejar atrás el consumo de usar y tirar. 
  2. Fomento de la reparación, sobre todo en la actualidad en lo relativo a las nuevas tecnologías ¿Se necesita cambiar de teléfono móvil todos los años, o cada dos años, aunque aún funcione? Dos datos para reflexionar en este sentido: “en los hogares europeos se acumulan en promedio por persona hasta 5 kilogramos de basura electrónica.” (Informe de WEEE Forum - Asociación Internacional de Organizaciones de Responsabilidad del Productor de Residuos Electrónicos); Y por otro lado también es preciso recalcar que “se reciclan menos del 40% de los aparatos eléctricos y electrónicos en Europa.” (Noticias Parlamento Europeo - 2020) Con este par de datos queda patente la importancia de reflexionar antes de tomar cualquier decisión a la hora de comprar o adquirir un nuevo producto, ya que estos simples gestos suponen un consumo excesivo de recursos que se han tenido que emplear para su fabricación.
  3. Priorizar una producción más sostenible, teniendo en cuenta el uso más eficiente y adecuado de los recursos, y no sólo la producción masiva a gran escala, que suele conllevar asociado un impacto medioambiental sin precedentes. El concepto sostenibilidad en dicha fase favorecería  la reducción de los altos niveles de contaminación existente hoy en día. 
  4. Reducir, Reutilizar y Reciclar. Poner en funcionamiento la Regla de las 3 Erres y promover así una economía circular, donde el ciclo no termine. De este modo además se podrá promover la consecución de diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible como son el número 11 “Hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”, y el número 12 “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”.

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