20 de febrero de 2023
No sólo nos referimos a reducir el consumo de energía, sino a lograr que el uso de ésta se haga de manera sostenible y eficaz que permita alcanzar un entorno de confort sin derrocharla.

 

No sólo los centros de trabajo, oficinas o grandes empresas han de promover un consumo eficiente y poner en práctica rutinas que fomenten un consumo más sostenible de acuerdo a los tiempos que corren. También en nuestros hogares podemos desarrollar pequeñas prácticas que contribuyan a dicha eficiencia.  A continuación destacaremos alguna. 

  • El aislamiento lo primero. Tener un hogar bien aislado, con ventanas y puertas que se ajusten bien y no faciliten las corrientes de aire es indispensable como primer paso. De este modo se reducirá la cantidad de calor que se suele perder por ellas. Un aislamiento deficiente tiene como consecuencia que la calefacción en los periodos de más frío se desperdicie, ya que el calor que pretendemos que se quede en el hogar no lo hará, teniendo así que poner durante más horas dicha calefacción. Esto significa más gasto, una factura más elevada, y menor eficiencia y sostenibilidad.
  • Si se va a renovar algún electrodoméstico es imprescindible tener en cuenta la Etiqueta EnergéticaPor supuesto primero se ha de intentar reparar el electrodoméstico en cuestión, para así poder alargar su vida útil lo máximo, pero en caso de ya que no sea posible, sustituirlo por uno más eficiente resultará importante. 
  • Otro aspecto interesante es el de la grifería. En un primer momento igual no relacionamos su utilización con el ahorro energético, pero tiene mucho que ver. Un gesto habitual es dejar el grifo en posición de agua fría, y que para obtener agua caliente la dejemos correr tiempo hasta que ésta salga. Este simple acto puede significar “un gasto de 20 litros por minuto si el grifo está abierto al máximo.” Consumimos un recurso natural escaso como es el agua, pero también energía si queremos que ésta salga verdaderamente caliente. Por ello se empieza a hablar de los grifos termostáticos, con los cuáles se dice que “la reducción en consumo eléctrico está por encima del 5%.” Existen diferentes tipos, por lo que es importante que estos cambios de haberlos se ajusten a las necesidades personales y de consumo que se tengan.
  • Ojo con el consumo fantasma o los también llamados “vampiros energéticos” ¿Cuántos electrodomésticos o aparatos electrónicos tenemos en nuestros hogares continuamente enchufados, día y noche? Podemos decir que llegan a ser demasiados, desde la televisión (y en muchas casas hay más de dos TV), hasta electrodomésticos como el microondas, cafetera…, despertadores / relojes digitales, DVDs, radios y equipos de sonido, consolas, cargadores de teléfonos móviles, etc. Un sinfín de dispositivos que están continuamente consumiendo energía. Si queremos un hogar verdaderamente eficiente lo más adecuado es desenchufarlos y evitar que queden en modo reposo, ya que así lograremos reducir el consumo de energía que se utiliza sin necesidad.

 La energía más ecológica y más barata es LA QUE NO SE CONSUME.

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