06 de marzo de 2023
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) alerta del gran y rápido deterioro que está sufriendo el suelo, y las graves consecuencias que ello puede tener para toda la población.

Un dato que nos ha de llamar la atención es que, tal y como se apunta desde la ONU, “la degradación del suelo afecta al 52 % de las tierras agrícolas y amenaza la existencia de 2.600 millones de personas que dependen directamente de la agricultura.”

Debemos de tomar en cuenta que el suelo es uno de los lugares más diversos que existen. En él cohabitan múltiples especies diferentes, y de él se obtienen los alimentos que garantizan la supervivencia de todos los seres vivos. Por lo que tomar medidas que apoyen un mejor cuidado de éste, será imprescindible.

¿Qué podemos hacer?

Entre las recomendaciones que se proponen en diferentes estudios y publicaciones especializadas en el cuidado del suelo, destacamos las siguientes:

  • No tirar ningún tipo de residuo en el suelo, al aire libre, ya que la degradación de dichos residuos puede tardar desde unos pocos meses como es el caso de los residuos orgánicos, hasta incluso miles de años. Esto último es lo que ocurre con el vidrio, el cual puede tardar hasta más de 1000 años en biodegradarse. Es indispensable hacer una gestión adecuada de todos los residuos, independientemente de su material,  depositándolos en su contenedor correspondiente. 
  • La reforestación también ha de ser clave para un mejor cuidado del suelo y garantizar que los ecosistemas que cohabitan en esos suelos puedan sobrevivir. Que mejor plan que ayudar a plantar nuevos árboles. Eso sí, siempre bajo la supervisión de profesionales que indiquen que especies, lugares y épocas son los más adecuados para iniciar esa reforestación.
  • Siempre que se pueda, utiliza compost casero. Desde la Red de Centros de Formación para el Consumo propiciamos su uso a través de actividades que abogan por una fertilización y cuidado de la tierra más natural.
  • Evitar el uso de pesticidas y tóxicos en el ámbito agrícola. Se suele hacer con el principal objetivo de aumentar la producción y eliminar posibles plagas, pero su utilización puede suponer que dichas sustancias químicas utilizadas con tal fin acaben filtrándose al subsuelo y contaminándolo.
  • Y por supuesto, el cuidado del agua resulta esencial. Contaminar las aguas supone que muchos de los residuos que en ella se degradan acaben filtrándose a las aguas subterráneas, y por lo tanto también en los subsuelos. Así que desde nuestros hogares podemos contribuir a un mejor cuidado de ésta evitando tirar residuos que acaben en dichas aguas, desde aceites hasta multitud de productos de limpieza, muchos de ellos altamente tóxicos si no se hace un uso adecuado de los mismos.

Cinco recomendaciones que seguramente ya habrás leído y escuchado en diversas ocasiones, pero que dada su importancia en estos tiempos tan agitados para el medio ambiente, resultan interesantes poner siempre de manifiesto y recordar que algunas de ellas (y muchas más) podemos ponerlos en práctica en nuestra rutina diaria.

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