Créditos rápidos
14 de enero de 2022
Transacciones rápidas y casi instantáneas de dinero en nuestra cuenta. Actuar con precaución y responsabilidad es tarea esencial.

Recuperamos en estas líneas una cuestión fundamental en cuanto a consumo: los créditos y préstamos rápidos.

Son múltiples los anuncios publicitarios en prensa, radio, televisión, Internet… que nos ofrecen dinero de manera rápida y muy sencilla, aparentemente, sin casi papeleo o trámite alguno, simplemente llamando o accediendo a sus páginas en Internet. Parece todo muy grato y sencillo, pero como personas consumidoras responsables, uno de los hábitos que debemos de tener o al menos tratar de promover es el de leer la letra pequeña del contrato y de aquella información que dicho portal pone a nuestro servicio. Sólo así podremos conocer parte de esta realidad.

Se podrían definir como “un medio alternativo de financiación consistente en la puesta a disposición de pequeñas cantidades de dinero, con reducidos plazos de devolución y a tipos de interés superiores a los créditos tradicionales.” En apenas 10 o 15 minutos podemos contar con hasta 2000 euros por ejemplo. Parece algo inverosímil, pero supuestamente es lo que ellos nos ofrecen y aseguran.

Revisar detenidamente toda la información al respecto es crucial para evitar daños futuros. ¿Quiénes los proporcionan? “Entidades financieras o empresas no financieras de capital privado y suelen responder a necesidades puntuales y urgentes de liquidez.”

¿Qué recomendaciones podemos ofrecer en cuanto al consumo de este tipo de productos?

  • Si no se tiene solvencia, es decir la opción de poder devolver el dinero en el tiempo establecido, lo más adecuado sería no recurrir a ellos.
  • Ser cuidadosos con los datos personales que nos pidan. Lo ideal sería no proporcionar exceso de información personal, ya que al operar en ocasiones a través de Internet, podemos correr más riesgos (robo de identidad, suplantación…) 
  • No dejarnos llevar por las prisas y la posibilidad de acceder a cantidades de dinero de manera tan sencilla. Verificar bien aquella transacción que se vaya a realizar, e incluso ver otras opciones antes de aceptar. Se considera que este tipo de créditos deberían ser la última opción.
  • Cuidado con las renovaciones de créditos. Una vez que se hace el primero, el cual suele ser con unas condiciones tipo “sin intereses ni comisiones”, suelen intentar mantener cerca a la persona que ha solicitado tal crédito, para así captarla para que realice alguno más. El poder de la publicidad en este caso puede ser muy fuerte. Por lo que no dejarse llevar por ello resulta imprescindible. En caso de que nos veamos inmersos en una situación preocupante en cuanto a cómo estamos gestionando la solicitud o devolución de los mismos, es importante hablarlo y comunicárselo a alguien de confianza que nos pueda orientar.

La precaución es imprescindible en el consumo de este tipo de transacciones. Actuar con responsabilidad es tarea de todos.

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