El 60% de nuestro cuerpo es agua. En un bebé el 80% de su peso es agua y en las personas mayores el porcentaje desciende hasta el 50%. El agua forma el 85% de la sangre, el 90% del cerebro, el 13% de la piel y casi el 70% de los músculos.
El agua regula nuestra temperatura, interviene en el transporte de los alimentos y en la eliminación de los desechos, lubrica nuestras articulaciones, proporciona rigidez a los tejidos, mantiene la piel tersa… es un alimento extraordinario y fundamental.
Mantenerse bien hidratado es uno de los pilares de un buen estado de salud. Para ello es necesario ingerir entre dos y tres litros de agua diarios. Pero no todas las aguas son iguales (con gas, sin gas, mineral natural, de manantial, preparada, de mineralización débil, fuerte, con más o menos sodio, calcio, cloro, magnesio…)
Conocer las características del agua que bebemos, aprender a interpretar sus etiquetas y elegir envases que sean respetuosos con el medio ambiente, son algunos de los objetivos de esta actividad.
Para el desarrollo de esta experiencia se pasará por los talleres de: