ASOC. El Portazu, Lugones
16 de febrero de 2022
La fabricación y el consumo mundial de textiles es insostenible, gracias a la investigación las fibras ecológicas son ya una realidad

En febrero el Centro de Formación para el Consumo de Lugones recibió, como todos los meses, a la Asociación de Muyeres “El Portazu”, en esta ocasión,  para trabajar dos actividades del área Textil.

“Las etiquetas hablan”. Con ese nombre… pues sí, nos centramos en analizar la valiosa información que nos aportan las etiquetas textiles. Primero analizamos la parte obligatoria en la que figuran los datos del fabricante y la fibra o fibras de su composición. En este punto definimos qué es una fibra textil, tipos (naturales, artificiales y sintéticas) y se expusieron algunas  curiosidades. Después interpretamos la parte facultativa donde aparece la simbología para el cuidado y conservación. Hicimos mención de  la etiqueta ultravioleta (UV ESTANDARD 801), todo un descubrimiento para las participantes. A continuación realizamos la lectura de varias etiquetas. También comentamos la diferencia entre saldo, liquidación y rebajas, así como ciertas recomendaciones para un consumo responsable en época de rebajas. Finalizamos haciendo un “rosco”  con términos que se habían tratado a lo largo de la sesión formativa a modo de repaso.

“Moda sostenible”. Hoy en día la industria textil está  basada en lo que conocemos como moda rápida o fast Fashion con una fabricación barata, con prendas de bajo coste y de poca calidad lo que conlleva a que sea la segunda industria que más contamina después de la petrolera. Ante esta realidad está claro que se deben buscar alternativas, optar por una moda más circular y sostenible a partir de la utilización de recursos naturales para producir fibras ecológicas que utilicen mucha menos energía y agua, es decir con un bajo impacto medioambiental.

Moda sostenible también es comprar solo aquello que necesitemos, donar, regalar, reutilizar, customizar, hacer uso de los contenedores de ropa… y siempre recordar que la prenda más ecológica es la que ya existe.

A continuación comentamos algunas de las nuevas fibras que se utilizan para la confección de diversidad de artículos, tales como: 

  • Seda de araña: Fibra compuesta sólo por proteínas, que se produce de manera sintética, en laboratorio. Se obtiene un tejido  flexible, ligero, resistente, elástico y renovable.
  • Pieles de naranja: A partir de este residuo y otros generados de la fabricación de zumos se extrae fibra de celulosa, ésta se transforma en hilos para hacer un tejido suave, versátil y biodegradable que además puede ser teñido y estampado.
  • Hojas de piña: Carmen Hijosa, asturiana de Salas, experta en productos de piel tras tomar conciencia del impacto ambiental de la producción masiva de cuero decidió en un viaje a Filipinas que debía de encontrar una  alternativa más amable con el medioambiente y el trato animal.  Después de siete años de investigación y desarrollo, creó un material no tejido parecido al cuero, resistente y que puede tener distintas texturas, llamado Piñatex cuya producción consiste en extraer las fibras largas de las hojas de piña para su posterior tratamiento. Se utiliza en prendas de vestir, calzado, accesorios de moda y muebles.
  • Desechos de uva: La industria europea del vino genera grandes cantidades de desechos, alrededor del 25% del peso de las uvas, como las pieles y las semillas, se desperdiciaban, pero ahora se utilizan para fabrica biopiel.
  • Pulpa de madera: una fibra de celulosa desarrollada al disolver pulpa de madera que proviene de plantaciones de árboles gestionadas de manera sostenible. Como resultado un tejido liviano, versátil y de alta calidad como la seda. Se utiliza en la confección de ropa deportiva, denim, prendas íntimas, textiles para el hogar.
  • Café: Hilo ecológico a partir de café molido y tostado mezclado con poliéster fabricado con botellas recicladas PET. Se consigue un tejido de secado rápido y resistente a los rayos uv.
  • Estiércol de vaca: El exceso de estiércol de la ganadería lechera intensiva ha llevado a una saturación excesiva en varios países europeos por ello surgió la idea de utilizarlo como materia prima, por su alto contenido en celulosa, para producir fibras bioplásticas y sostenibles, un método conocido como Mestic. 

A lo largo de la actividad y en función del contenido expuesto fuimos intercalando diversos videos y antes de pasar a la parte práctica les mostramos cómo identificar moda sostenible a partir de las certificaciones que llevan las prendas.

Para finalizar las participantes hicieron, reutilizando telas, unos saquitos y caramelos olorosos para armarios, cajones, etc.

Sesiones formativas que resultaron atractivas, enriquecedoras, didácticas, entretenidas. “Siempre que venimos nos sorprendéis y siempre aprendemos algo, estamos encantadas” comentaban al despedirse.

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