22 de mayo de 2024
Promover la importancia que tiene interpretar adecuadamente el etiquetado, en los productos de limpieza e higiene personal, es un aspecto que también trabajamos en la Red de Centros de  Formación, para cuidar de nuestra salud y la del entorno.

 

Es habitual encontrar en nuestros hogares múltiples, variados y, en ocasiones excesivos productos de limpieza (lejía, amoniaco, detergentes,…), productos de higiene (desodorantes, laca, espuma de afeitar…), así como productos de droguería (ambientadores, insecticidad…). Todos ellos solemos tenerlos organizados y guardados en distintos espacios de la casa, pero a veces simplemente por el sentido práctico, sin pensar si ese lugar es el más idóneo o si supone un posible riesgo. Por ello debemos de leer y saber interpretar su etiquetado para conocer si estamos haciendo un uso adecuado de los mismos.

A la hora de leer su etiqueta, es importante saber que ésta se ajusta al nuevo Reglamento europeo (CE) nº 1272/2008, también conocido como Normativa CLP (Clasificación, Etiquetado y Envasado).

¿Qué información básica debe contener?

  • Nombre del producto. Bien su nombre químico, y si es un preparado debe aparecer su nombre y marca comercial , así como la relación de sustancias químicas que se han empleado.
  • Uso al que va destinado (lavado de manos, detergente, abrillantador de suelo…).
  • Datos del fabricante y el proveedor si es diferente (nombre, dirección, número de contacto, correo electrónico, etc).
  • Composición y listado de ingredientes utilizados según grado de concentración. 
  • Contenido neto. Cantidad de la mezcla o sustancia que hay en el envase.
  • Pictogramas de peligro cuando sean necesarios.
  • Frases P y H cuando se requieran (palabras de advertencia, indicaciones de peligro).
  • Teléfono del Instituto Nacional de toxicología. En caso de que sea necesario. Suele venir resaltado con una tipografía diferente, que lo hace más visible.

Si se incluyen las Frases P y H, enunciados tipo: “H261 - En contacto con el agua desprende gases inflamables” (frase de peligro) o  “P232 - Proteger de la humedad” (frase de prudencia). Nos informan de los posibles riesgos y nos dan consejos de precaución asociados al producto. La nomenclatura que aparece delante de la oración permite unificar la recomendación o potencial peligro para toda la Unión Europea, facilitando así su etiquetado e interpretación. Por lo que la presencia de estas frases en el etiquetado han de ser tenidas en cuenta por parte de la persona consumidora antes de utilizarlo.

En cuanto a los pictogramas, éstos permiten identificar el peligro o peligros asociado a ese producto en concreto, de manera visual. Su unificación en todo el territorio europeo facilita la identificación de un posible riesgo a golpe de vista y de manera e inmediata. Los pictogramas de peligro tienen forma de rombo, con un marco rojo, fondo blanco y un dibujo de color negro. 

Todos estos contenidos los hemos abordado con un grupo del Centro Residencial Hevia Accem-Arbeyal en una Actividad a la Carta en la que también trabajamos la prevención de accidentes domésticos.

Para más información os invitamos a realizar un itinerario formativo en la Red de Centros de Formación para el Consumo, perteneciente al Área de Salud y Seguridad donde podremos reflexionar además sobre cuántos de estos productos utilizamos, sí todos son necesarios, y si existen posibles alternativas más naturales y sostenibles.

                      

                      

                      

                            


 

                    


 

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