11 de noviembre de 2022
Reducir el impacto medioambiental promoviendo hábitos de consumo responsables y sostenibles es lo que en definitiva se intenta impulsar desde este objetivo tan ambicioso pero a su vez tan necesario.

Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) son una serie de medidas implementadas desde las Naciones Unidas, con el objeto de promover un futuro más sostenible. Abarcan múltiples ámbitos, desde el fin de la pobreza o el hambre cero, hasta igualdad de género, acceso a agua limpia, cuidado y vida de ecosistemas terrestres, etc.  Dentro de este ODS número 12, podemos destacar una medida muy interesante en la actualidad, la nombrada 12.5, que dice  “De aquí a 2030, reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización.”

 

Destacamos esta meta en estas líneas por cómo se hace especial hincapié en la Regla de las 3 Erres, medida que desde la Red de Centros de Formación para el Consumo tratamos de promover siempre en cualquier itinerario formativo que se desarrolle en nuestros 5 centros. Impulsar en este sentido la llamada economía circular supone tener en cuenta que no sólo se ha de hacer referencia a las 3 erres (reducir, reutilizar y reciclar) sino que hay que ir un paso más allá y plantear la necesidad de que todo el modelo productivo, de desarrollo y distribución sea continuo, sin que exista un principio ni un punto final, y donde se promueva el consumo a través de la reutilización, reparación, redistribución sostenible, dejando atrás el modelo lineal de producción y consumo.

En este sentido, cabe destacar la importancia que esto tiene para proteger la salud del planeta en la actualidad. Cada vez se habla más de la huella ecológica, lo que ha de impulsar un cambio en los hábitos de consumo tradicionales. Todas nuestras acciones diarias tienen un impacto medioambiental, desde hacer una búsqueda en Internet, hasta utilizar un electrodoméstico, consumir determinado tipo de alimento, o comprar continuamente nuevas prendas de vestir. Ser conscientes de que nuestras acciones, por insignificantes que parezcan tienen un verdadero impacto en el entorno, supondrá que podamos llegar a ser más conscientes de nuestras rutinas y hábitos en consumo e intentar potenciar aquellas que sean más responsables y sostenibles. Y de eso se trata en definitiva dicho ODS. No sólo las grandes empresas e instituciones tienen en su mano caminar hacia una economía circular, sino que todas las personas consumidoras de a pie también pueden contribuir de manera positiva, sólo así la reducción de desechos y residuos será una realidad. 

A continuación os dejamos el enlace que permitirá ampliar la información sobre este y otros ODS. Naciones Unidas.

 

Buscador