01 de marzo de 2024
Es muy común encontrar cajas de medicamentos vacías con blísteres en su interior también vacíos. ¿Qué hacer con ellos? Respuesta sencilla, llevarlos al Punto SIGRE.

La utilización de este tipo de envase es muy común en el mercado farmacéutico, ya que se trata de un modo de presentación del fármaco sencillo y resistente. Se habla aquí de un envase que en la industria farmacéutica se denomina “inmediato”, ya que está en contacto directo con el fármaco, y por lo tanto su principal función es la de proteger al mismo, así como evitar también la toma accidental de una dosis no recomendada. 

Entre los materiales utilizados en su fabricación destaca principalmente el plástico. La lámina es termoconformada, es decir que cuando se fabrica se hace a una temperatura que permite darle forma con un molde; y la acompaña otra capa de aluminio, pudiendo así guardar el fármaco en su interior.

El aluminio es un metal (extraído de un mineral llamado “bauxita”) que pasa por una serie de procesos en el que se le aplican lacas termosellables y barnices especiales, todo ello garantizado para tal uso, que les permite cumplir su cometido con total seguridad. Se escoge este tipo de material en su fabricación porque tiene “una alta eficiencia como barrera contra la transmisión de vapores, gases, luz y compuestos volátiles”. Es decir, que garantiza la correcta conservación del medicamento. Decir que por supuesto, este tipo de envase ha de cumplir una normativa muy estricta en cuanto a su envasado antes de salir al mercado. 

Tres de las principales características técnicas que han de cumplir son: hermetismo, seguridad y funcionalidad.

Una vez finalizado el tratamiento tal y como se ha indicado desde el especialista médico o el farmacéutico/a, deberemos de llevar dicho medicamento a su contenedor, Punto SIGRE, con el objeto de que pueda ser reciclado posteriormente. Éste se encuentra ubicado en todas las farmacias.

A él no sólo debe de llegar el propio blíster, sino también la propia caja en la que se guarda, y el prospecto que lo acompaña. Sólo de este modo conseguiremos realizar una adecuada gestión de los materiales, garantizando así un mejor cuidado medioambiental. La fabricación de este material para la creación posterior de este tipo de envases supone la emisión de grandes cantidades de CO2, contribuyendo al conocido como calentamiento global. Por este motivo es imprescindible acudir a este Punto SIGRE y depositar allí los blísteres de los fármacos, asegurando que su proceso de reciclaje se realice de forma adecuada y preventiva, sin mezclarlos con el resto de materiales que habitualmente depositamos en los contenedores o cubos de la basura de nuestros hogares.

                                                             Cada gesto cuenta.

                              "La medicina para el planeta es reciclar" (Blog Punto SIGRE)

Imagen: www.freepik.es

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