01 de diciembre de 2023
El próximo 4 de diciembre se conmemora este día, propuesto desde la Organización de las Naciones Unidas, con el objetivo esencial de promover una financiación en pro de un desarrollo sostenible.

 

 

Fue en 2019 cuando se decidió designar tal día para reconocer la importancia de los bancos y cómo estos influyen indudablemente en el desarrollo de la población mundial, así como también cómo han de hacerlo en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Uno de los aspectos que se destacan en el por qué las Naciones Unidas dedican un día a este ámbito es por “la importancia de fortalecer la cooperación internacional y de garantizar recursos suficientes y una cobertura completa en la red de seguridad financiera mundial”.

Acercando este Día Internacional de los Bancos más a nuestro entorno, hemos de destacar que la educación financiera es esencial en cualquier etapa de la vida. Adquirir conocimientos, habilidades y herramientas sobre un área tan relevante para el desarrollo personal resulta actualmente imprescindible. Quitarse el recelo o la desconfianza que puede conllevar realizar operaciones bancarias online, y descubrir terminología asociada a ello facilitará que se pueda tener una mejor salud financiera.

 

La "salud" financiera

Por salud financiera se entiende “el bienestar y estabilidad económica que se logra mediante una buena gestión de la economía personal, familiar o empresarial para poder hacer frente a imprevistos y situaciones futuras.”

Entre las recomendaciones que se pueden proponer para lograr dicha salud financiera podemos destacar:

  • Ser conscientes y tener muy claros cuáles son los ingresos totales que se tienen cada mes. Planificar está muy bien, pero debemos de ser realistas con el dinero que se ingresa, para así evitar el sobreendeudamiento.
  • Hacer una relación de gastos fijos: hipoteca o alquiler, facturas de la luz, agua…, letra del coche, consumo de gasolina, membresías de gimnasios, academias, plataformas digitales… todo ello son gastos fijos que se suelen tener cada mes. Calcular cuánto supone ello, y descontarlo de los ingresos que se tenían nos dará una visión real de la situación financiera.
  • Tener un fondo de ahorros que facilite poder hacer frente a cualquier tipo de eventualidad, emergencia o imprevisto que pudiera surgir. En muchas entidades se cuenta con huchas digitales que permiten transferir periódicamente dinero para poder ahorrarlo y disponer de él en el momento en que se necesite. 
Es importantísimo leer la letra pequeña de cada acuerdo que se pudiera firmar en relación a la contratación de estos productos financieros.
  • Reducir los gastos innecesarios. Antes de adquirir un nuevo teléfono móvil cuando el anterior aún funcione, un nuevo reloj, más prendas de vestir… preguntarnos si realmente lo necesitamos. De este modo se podrá reflexionar sobre los hábitos de consumo que se tienen y contribuir a mejorar la salud financiera personal.
  • Formarse en educación financiera.

Desde los Centros de Formación para el Consumo creemos que dicha educación financiera es imprescindible para poder promover a su vez hábitos de consumo responsables, sostenibles, eficientes y conscientes. Por ello dedicamos un área de formación a dicho ámbito, dirigido tanto a alumnado de Educación Primaria como personas adultas. Os invitamos a visitar nuestra página web y ver los diferentes itinerarios formativos en relación a este importante tema

Imagen: fanjianhua en Freepik  / <a href="https://www.freepik.es/foto-gratis/operacion-atm-banco_1286423.html

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