ciudad.
21 de enero de 2022
Considerada como una forma más de contaminación actual. Conocer a qué se refiere tal término y cuáles son las causas y efectos que conlleva es lo que nos ocupa en las siguientes líneas

Algunos la definen como  “el exceso de luz artificial (oficinas, escaparates, calles, hogares…) que ilumina el exterior y el interior de nuestros pueblos y ciudades por la noche”. Es decir, “la alteración de la oscuridad natural del ambiente nocturno producida por la luz artificial.”

Este tipo de contaminación afecta a todo el planeta, no a un lugar en concreto. Se habla coloquialmente de desperdicio de luz. 

Y hoy día resulta verdaderamente relevante este tema, ya que “España es el tercer país de la Unión Europea donde más contaminación lumínica hay y donde se produce un mayor gasto en el alumbrado público por habitante.”  Tomar conciencia de qué lo causa y de los efectos que puede tener es necesario para poder mejorar la calidad de vida del planeta y de todos aquellos ecosistemas que lo conforman.

¿Cuáles son las causas que la provocan?

  • La luz utilizada se escapa, al no enfocar o iluminar bien el objetivo, por lo que se dispersa más, generando además un mayor consumo energético del necesario.
  • Se da una utilización excesiva de la luz, en cantidades innecesarias. Un ejemplo claro es lo que ocurre durante la época navideña, donde las calles, edificios, casas… están iluminadas sin reparar en si es excesivo o no. Así como también en verano, cuando podría aprovecharse aún más la luz natural y en ocasiones se opta por iluminar estancias con luz artificial. Aquí se englobarían también todas aquellas rutinas que se tienen y que en cierto modo influyen en dicha contaminación como por ejemplo dejar las luces encendidas sin reparar si vamos o no a volver a entrar en esa habitación, utilizar los aparatos electrónicos con exceso de luz en la pantalla durante la noche, etc.
  • A veces el diseño de las lámparas, farolas exteriores… no favorece el consumo responsable y sostenible de la luz, lo que facilita tal contaminación lumínica. 

En consecuencia se habla por lo tanto de varias formas de contaminación por luz que responden a las causas anteriormente mencionadas.

  • Resplandor celeste. Es decir, esa luminosidad o resplandor que aparece sobre las zonas más urbanas e iluminadas, debido a la luz dispersada en la atmósfera.
  • Invasión lumínica. Se refiere a la primera de las causas antes mencionadas. La luz se “escapa” y no enfoca de manera adecuada el objetivo, alumbrando zonas que igual ya están también alumbradas.
  • Deslumbramiento. Brillan horizontalmente.

Y entre los efectos o consecuencias derivadas de esta contaminación, podemos destacar:

  • La alteración que se puede producir en el ecosistema donde está presente dicho exceso de luz, afectando por ejemplo al desarrollo de la flora y la fauna y sus hábitos de vida.
  • Nuestra propia salud personal también puede verse afectada: alteraciones del sueño, fatiga, estrés, influencia en los estados de ánimo… es decir puede alterar nuestro reloj biológico.
  • Y por último, un consumo energético elevado, desperdiciado en muchas ocasiones.

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