Mezclas explosivas. Qué no hacer con los productos de limpieza
Los productos utilizados habitualmente en el hogar para la limpieza, pueden ser considerados peligrosos, ya que tienen componentes químicos que pueden poner en riesgo nuestra salud ante una inadecuada manipulación. Aunque las cantidades que utilicen las personas consumidoras sean pequeñas, el riesgo siempre está ahí, ya que se manipulan componentes químicos que muchos son desconocidos para la persona de a pie.
El Instituto Nacional de Toxicología ha detectado un incremento en las consultas en referencia a la manipulación de estos productos, siendo superior a 11.000 las llamadas en un único mes (en su mayoría se debe sobre todo al interés actual por la limpieza a consecuencia del estado excepcional en el que nos encontramos (COVID19).
Además, muchas personas se apoyan en la falsa creencia de que dos productos de limpieza que por separado funcionan muy bien y tienen resultados óptimos, si se mezclan juntos funcionarán aún mejor. Esto es totalmente erróneo. No hay que dejarse llevar por todos aquellos consejos o ideas que desde las Redes Sociales se anuncian, ya que muchas de ellas son realizadas por personas no expertas en esta materia.
Promover hábitos responsables en consumo resulta imprescindible en esta área.
- Por un lado es importante leer el etiquetado con detenimiento.
- Prestar especial atención a las llamadas frases P (prudencia) y frases H (peligro)
- Identificar los pictogramas de peligro.
- Atender a las recomendaciones en cuanto a su utilización y posterior conservación.
- Promover el uso de productos más eco y naturales.
A continuación mostramos una serie de mezclas que NUNCA se deberían de realizar bajo ningún concepto.
- Lejía (hipoclorito) + alcohol en gel: cloroformo y ácido clorhídrico.
- Lejía + amoniaco: vapores tóxicos.
- Lejía + vinagre: vapores tóxicos (gas de cloro)
- Lejía + otros productos de limpieza: gas cloro.
- Bicarbonato de sodio + vinagre: reacción química ácido-base que da como resultado el dióxido de carbono.