12 de julio de 2021
Ante el aumento en el consumo de tales bebidas, nos preguntamos si éstas son moda o una verdadera necesidad.

Según un informe realizado por el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), se observa un aumento en el consumo de este tipo de bebidas, con alta concentración en azúcar y cafeína. Según dicha publicación, el consumo excesivo de éstas puede suponer un riesgo serio para la salud. Se lee que “ingerir más de 3 mg de cafeína por Kg de peso al día puede implicar riesgos cardiovasculares y hematológicos, neurológicos y psico-comportamentales.” Y lo cierto es que cada vez son más jóvenes las personas que ingieren este tipo de bebidas: 1 de cada 4 niños/as acceden a ellas (“26% en niños/as entre 3 y 10 años”)

Se observa por lo tanto la necesidad de promover hábitos más saludables a las personas consumidoras en este sentido, haciéndolas partícipes de su propio aprendizaje y acercándolas a la realidad de lo que están consumiendo.  Es por ello que desde la Red de Centros de Formación para el Consumo se trabajan diferentes itinerarios formativos que intentan promover un consumo responsable de este tipo de bebidas y productos con exceso de azúcares, cafeína y otro tipo de aditivos.

Una de las primeras cuestiones que desde los Centros de Formación indicamos, es la importancia de leer el etiquetado. Sólo así podremos conocer qué estamos consumiendo. Tendemos a utilizar las marcas comerciales para designar aquello que comemos, bebemos… pero hemos de ir un paso más allá, y ser capaces de discernir el nombre de ese producto, que nos dará pistas sobre lo que verdaderamente tomamos. Por otro lado, la lectura de los ingredientes ha de ser parte fundamental de nuestros hábitos de consumo responsables. Y por supuesto la información nutricional, obligatoria desde el año 2016, complementará una parte esencial del etiquetado y nos proporcionará información relevante y suficiente para poder conocer un poco más esos productos que solemos consumir y que igual no se adecúan a nuestras circunstancias personales y de salud.

La verdad es que estas bebidas energéticas llegaron a nuestro país hace ya más de dos décadas, y en poco tiempo se han convertido más en una moda que una necesidad, rodeadas de una publicidad muy agresiva que naturaliza su consumo, pero nos podemos preguntar… ¿Existen alimentos naturales que nos aporten tanta o más energía que estos productos comerciales? Pues la realidad es que sí. Un ejemplo claro son los dátiles, fruto rico en variados nutrientes como potasio, calcio, magnesio… y fuente importante de energía (eso sí, no consumir en exceso por su alta cantidad de azúcares naturales en este caso)

En definitiva podemos afirmar que se trata de bebidas que se consumen por moda y no por necesidad. Por lo que promover ya desde edades tempranas hábitos más saludables en alimentación que refuerce la importancia de consumir alimentos frescos, de calidad y mucho más beneficiosos para nuestra salud, sí resulta una verdadera necesidad en estos momentos

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