Residuos impropios
07 de marzo de 2022
Numerosos contenedores, diferentes residuos y variados materiales, todo ello puede hacer que nos resulte complicado acertar con el contenedor donde depositar los residuos generados.

Muchos de los residuos generados a diario acaban en el contenedor equivocado, pero curiosamente, no por una decisión meditada, sino por confusión y desconocimiento ante el residuo que tenemos en nuestra mano. ¿De qué está hecho? ¿Parece plástico o es otro material? ¿Es solo cartón? Son algunas de las preguntas que nos pueden surgir cuando estamos depositando el residuo en el contenedor. Y lo cierto es que son las personas consumidoras responsables, sensibilizadas con el cuidado del entorno y concienciadas con el respeto medioambiental quienes más se plantean dichos interrogantes. Nos encontramos ante lo que se denomina “residuo impropio.”

La mayoría de las equivocaciones están relacionadas con el contenedor amarillo. Es concebido entre la población de manera genérica como “el cubo de los envases” o “el de los plásticos”, lo que nos lleva a que se tiren en él numerosos residuos que en un principio no deberían de tener cabida, tales como CD, radiografías, juguetes, pilas... En el contenedor amarillo únicamente se han de depositar los envases de plástico, Briks, y envases metálicos (latas de aluminio, hojalata) Y lo mismo ocurre con el contenedor verde. Aquí solamente se han de tirar los envases de vidrio, por lo que todo aquello que sea cristal, como por ejemplo un espejo, no podría ser depositado en éste, sino que habría que llevarlo a un punto limpio. Tener estas cuestiones claras facilitará el proceso de reciclaje posterior, ya que las personas consumidoras son parte esencial de la cadena de tratamiento y gestión de residuos. Una adecuada y correcta clasificación previa de los residuos generados simplificará y favorecerá cómo se lleva a cabo el reciclaje.  A continuación, se exponen algunas de las dudas más comunes.

  • CDs y DVDs. Aunque en los últimos años parece que no son tan utilizados, siguen estando presentes en muchos hogares, y hacer una adecuada gestión de ellos una vez se conviertan en residuo resulta fundamental. Podrían llevarse a algunas grandes superficies y tiendas especializadas para que procedan a su gestión, o bien llevarlo nosotros a un Punto limpio. Es importante porque el componente mayoritario de éstos es el policarbonato. A partir de ellos se pueden fabricar carcasas de material ofimático (ordenadores, impresoras…), piezas de automoción, o gafas. Así que recuerda no tirarlos al cubo amarillo, ya que no son envases.
  • Juguetes. Tal y como se señaló en anteriores líneas, los juguetes no han de ser depositados en el contenedor amarillo, sino que en caso de que nos queramos deshacer de ellos, lo más adecuado es acudir al contendor general de la basura. Sus embalajes de plástico o cartón sí pueden ir en el contenedor correspondiente amarillo o azul respectivamente. De todos modos, una premisa que habría que potenciar y no olvidar, es la importancia que tiene en este sentido la reutilización.
  • Radiografías. Las radiografías contienen sales de plata; en un kilo de radiografías se pueden recuperar hasta 5,5 gramos de plata. Proceder a un correcto tratamiento de este residuo es indispensable. Para ello deberemos de llevarlos a un Punto limpio. No tirarlas nunca en el Punto SIGRE de la farmacia.
  • Tapas. Si son de plástico o metal en el contenedor amarillo. Separar los envases de sus tapas antes de tirarlos al contendor facilita su reciclaje.
  • Papel film. Este material se compone de polietileno y polipropileno, unidos para conseguir el papel transparente y flexible. Una vez utilizado, si se puede limpiar y retirar cualquier resto orgánico que quede en él lo tiraríamos en el contenedor amarillo, pero si no es posible deberá ir al contenedor de restos.
  • Envases de medicamentos. Siempre al Punto SIGRE. Este contenedor está ubicado en todas las farmacias. Tiraríamos en él no sólo los restos de medicamentos, sino también el blíster, frascos, cajas de cartón... ¡Con la energía que se obtiene al reciclar los restos de fármacos y sus envases, se podrían iluminar durante un año 50 colegios de 500 alumnos! 

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