La incorporación de las nuevas tecnologías al mundo de los servicios financieros proporciona una mayor autonomía a la hora de llevar a cabo diferentes gestiones bancarias, agiliza enormemente los trámites y supone por tanto un gran ahorro de tiempo y un avance importante para las personas consumidoras que desde el terminal de un cajero automático o la comodidad del propio hogar, pueden gestionar sus propias cuentas, realizar pagos y transferencias, efectuar inversiones bursátiles, etc.
Pero también hay que tener en cuenta que los timos y fraudes han evolucionado a la vez que este tipo de servicios, adaptándose a ellos a la perfección y en más de una ocasión sorprendiendo al usuario que por desconocimiento o falta de información acaba padeciendo alguno de los delitos que actualmente se ejecutan a través de los servicios informatizados.
Prácticas fraudulentas como el phising, skimming, o estafas como el lazo libanés, no son difíciles de evitar una vez que se conoce su mecánica y se toman las medidas adecuadas.
Se llevará a cabo una exposición de estos contenidos a través de: