03 de October de 2023
Prometen mantenerte despierto, mejorar el rendimiento físico cuando vas al gimnasio, y tu aguante nocturno si las mezclas con alcohol.

 

 

 


Las bebidas energéticas son aquellas con un alto contenido en cafeína y azúcar
(sus dos ingredientes principales), y otros estimulantes como como taurina, glucuronolactona, inositol y vitaminas. Más allá de eso, tienen un valor nutricional prácticamente nulo.

En cuanto al contenido en cafeína, una lata (330ml) de bebida energética corresponde a 2 tazas de café expreso, 4 tazas de café filtrado o 4 latas de bebidas de cola. Una sola lata supera los 100 mg de cafeína y, según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, la cantidad máxima no debería superar los 3 miligramos por kilo de peso de una persona. Es decir, 150 miligramos para un adolescente de 50 kilos. Una botella de 500 ml ya supera estos límites.

Niños, niñas, adolescentes y jóvenes (como pasa con los ultraprocesados y las bebidas azucaradas) son los grupos de población más expuestos, vulnerables y  desprotegidos frente a estos productos. En España, según la encuesta ESTUDES, realizada en población de 14 a 18 años, un 45% de los adolescentes declaraba haber tomado este tipo de bebidas en el último mes. 

El consumo de estas bebidas está completamente normalizado en nuestro pais y no existe regulación específica, ni de los ingredientes que pueden contener, ni de sus concentraciones máximas. 

Las altas concentraciones de cafeína son especialmente perjudiciales para personas con determinados cuadros clínicos, como hipertensión o alteraciones del sueño, pudiendo agravarlos.  

Además, las bebidas energéticas con azúcares pueden contribuir a exceder la ingesta diaria recomendada de azúcares simples.

El siguiente video, elaborado por la Agencia Española de Seguridad Aimentaria y Nutrición, se resumen todos los peligros asociados a un consumo descontrolado de estos productos, así como útileles consejos de cara a la promoción de la salud.

Recomendaciones de consumo de bebidas energéticas. AESAN 2022


 

Consejos finales

Para evitar riesgos con la salud, no consumas bebidas energéticas  simultáneamente con alcohol. La cafeína no es antagonista de los efectos del alcohol y enmascara los síntomas de la embriaguez, lo que puede comportar una reducción de la percepción del estado de intoxicación alcohólica e incrementar el riesgo de sufrir efectos adversos. Las bebidas energéticas asociadas al consumo de alcohol, han provocado casos de reacciones adversas como insomnio, hipertensión, trastornos psico-comportamentales, ansiedad, deshidratación, convulsiones, arritmia y trastornos cardíacos graves en todo el mundo.
 
De igual modo, si realizas alguna actividad física, tampoco consumas estas bebidas, porque la cafeína tiene efectos diuréticos que alteran el equilibrio electrolítico y pueden aumentar el riesgo de deshidratación. En este caso debes beber agua u otras bebidas para deportistas comercializadas a tal fin (bebidas isotónicas, diseñadas para recuperar los hidratos de carbono y/o electrolitos después de actividades con intenso desgaste muscular.
 

Imagen: Freepik.es